martes, diciembre 05, 2006

El tonto del tomate

El objetivo de mi odio hoy es Jorge Javier Vázquez. Este tipo, amparado tras la máscara de periodista, se dedica a criticar si fulano folla con mengano, si mengano le pone cuernos a zutano, si fulano agarra una borrachera, o chorradas por el estilo. La táctica de su programa consiste en acosar a alguien y no responder a sus afirmaciones en vivo, sino que una vez en el estudio de televisión se montan las respuestas con réplicas más o menos ingeniosas que niegan al criticado la capacidad de respuesta. Y para rematar, el susodicho y su tetuda compañera hacen chistecitos sobre el infame reportaje. Fácil, barato y cobarde.

Esto no le convierte en alguien peor que del resto de escoria de la prensa del corazón. No. Lo que no soporto de este gilipollas es que encima se ofenda cuando alguien le critica. O que pretenda dar lecciones de moralidad cuando algo parece escandalizarle. Entonces se pone serio, engola la voz y apela al respeto que merece la clase periodística. ¿Periodista?

Jorge Javier se las da de progre, republicano, moderno e íntegro y no es más que un impresentable, que ha medrado gracias a sus dotes de lameculos*. No ejerce de periodista, ejerce de portera cotilla. Y como tal merece ser tratado. ¡Ah, y como todo idiota que se precie no ha podido evitar la tentación de "escribir" un libro!

Suerte que parece que están empezando a calarle


(*)Nota: Al calificarle de lameculos no pretendo hacer referencia a su orientación sexual, cosa que no me interesa en absoluto, sino a su comportamiento para con sus jefas Maria Teresa Campos y Ana Rosa Quintana mientras estaba a sus órdenes.
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2 comentarios:

Puji dijo...

Sí, sí, pero tiene una udiencia de dos cojones! Mierda de país...

Anónimo dijo...

menuda basura de TV.

psiko