
Esto no le convierte en alguien peor que del resto de escoria de la prensa del corazón. No. Lo que no soporto de este gilipollas es que encima se ofenda cuando alguien le critica. O que pretenda dar lecciones de moralidad cuando algo parece escandalizarle. Entonces se pone serio, engola la voz y apela al respeto que merece la clase periodística. ¿Periodista?
Jorge Javier se las da de progre, republicano, moderno e íntegro y no es más que un impresentable, que ha medrado gracias a sus dotes de lameculos*. No ejerce de periodista, ejerce de portera cotilla. Y como tal merece ser tratado. ¡Ah, y como todo idiota que se precie no ha podido evitar la tentación de "escribir" un libro!
Suerte que parece que están empezando a calarle
(*)Nota: Al calificarle de lameculos no pretendo hacer referencia a su orientación sexual, cosa que no me interesa en absoluto, sino a su comportamiento para con sus jefas Maria Teresa Campos y Ana Rosa Quintana mientras estaba a sus órdenes.
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2 comentarios:
Sí, sí, pero tiene una udiencia de dos cojones! Mierda de país...
menuda basura de TV.
psiko
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